Volumen-Relieve-Arquitectura
La obra de Gerardo Rueda, Volumen-Relieve-Arquitectura, es una de las más peculiares de las 17 que componen el Museo al Aire Libre del Paseo de la Castellana. Se trata de un gran mural, de casi 10 metros de longitud, dispuesta de forma que parece un friso entre dos escalitas. El artista traslada al granito su experiencia con las obras de relieve, que resultó ser un precedente de las siguientes esculturas en hierro cromado a principios de los años 70. Asimismo, tuvo en cuenta los elementos arquitectónicos y los materiales del propio museo.
Esta constituida como una tribuna para la escultura Móvil de Sempere y también se mezcla con el entorno, estando en armonía con el museo, su colorido, forma de las escaleras, pavimento y pilares del puente. En cuanto al sentido de la obra, plantea una ordenación racional de la superficie, mediante formas pulcras, sobrias y equilibradas, dentro del estilo cubista y constructivo.
Además, lleva al límite la simplificación y estructuración del espacio. Por ello, opta por la reducción de elementos decorativos y hace uso de sencillas formas geométricas, como estelas rectangulares de donde surgen pequeños cubos. Estas están dispuestas en diferentes planos, produciendo un desplazamiento muy breve que dotan de ritmo a la composición. De esta manera se acentúa el volumen y discurre un sutil juego de luces y sombras.
Obras expuestas: