Una obra elaborada por Francisco Sobrino Ochoa, que pertenece a una serie con el mismo nombre, Estructura Permutacional. La escultura, realizada con acero inoxidable, está compuesta por una base de placas cuadradas, de 50 centímetros de lado, ensambladas unas con otras en vertical y perpendicularmente. De esta manera se crean figuras romboidales y se combinan de manera ascendente en un eje central, con gran simetría, generando una sensación de impulso hacia arriba.

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Además, las placas de acero se reflejan entre sí y a su vez, ofrecen imágenes del entorno en el que se ubica la obra. Por ello, según las horas del día y el punto de vista del espectador se pueden percibir diferentes imágenes.