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Museo Casa de la Moneda

Uno de los museos más importantes en el ámbito de la numismática en el mundo. Está situado en la calle Dóctor Esquerdo de Madrid. La entrada es gratuita para todos los públicos y puede visitarse de martes a domingo, en horario de 10:00-20:00h de martes a viernes y sábados y domingos de 10:00h-14:00h.

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El Museo de la Casa de la Moneda está entre uno de los más importantes del mundo en su género. Un gran espacio, situado en el barrio de Salamanca en la ciudad de Madrid. Un viaje que te sumerge en el universo del dinero, para conocer su origen y su transformación. Podemos encontrar colecciones de numismática, filatelia y prefilatelia, billetes y otros medios de pago, lotería y juegos, así como su biblioteca histórica, su colección artística, y maquinaria y útiles para la fabricación empleados por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.

Los orígenes del museo

Para encontrar los inicios de la Casa de la Moneda, hay que retornarse al siglo XVIII. Está muy ligado a la figura de Tomás Francisco Prieto, Grabador General de las Casas de Moneda de S.M. el Rey Carlos III, Director de grabado en hueco de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y fundador, en 1771, en la Escuela de Grabado. En esta se formaban los artistas que posteriormente tenían que ejercer su oficio en las Casas de Moneda de España e Indias.

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Un gran recinto formado por 17 salas de una exposición permanente, que recorren la historia de la moneda desde sus orígenes en Grecia hasta la actualidad. Se pueden encontrar elementos como monedas, billetes, sellos, estampas, medallas, modelos, maquinaria y útiles de acuñación e impresión. Además, a lo largo del año se realizan varias actividades como exposiciones temporales, conferencias y conciertos. También concursos de dibujo, grabado y diseño.

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los elementos, los metales y los métodos de fabricación

  • Los elementos. En Numismática, disciplina que estudia las monedas y las medallas, especialmente las antiguas, la cara de las monedas se denominan anverso y a la cruz reverso. La superficie se llama campo y es donde el diseñador y los grabadores colocan las letras y figuras. En su gran mayoría, está limitado por una línea circular que lleva de nombre gráfila o grafila, conocida también como la orla de las monedas y medallas. En cuanto a las monedas de carácter islámico, suelen limitarse a inscripciones que cubren casi todo el campo y algún decorativo.

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  • Los metales. Son varios los metales más comunes utilizados históricamente para la fabricación de la moneda. Estos son el oro, la plata, el cobre y aleaciones. Para conocer el valor de los metales, hay que calcular el peso de cada pieza y el porcentaje de pureza de dicho metal, denominado ley.

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  • Los sistemas de fabricación. El más común y utilizado es la acuñación. En este caso consiste en poner un disco de metal entre dos troqueles, que llevan moldeado el anverso y el reverso. Y después, presionar el conjunto mediante un golpe fuerte. Dicho método lo utilizaron los inventores de la moneda y actualmente se sigue empleando. En los siglos XVI y XVII, las monedas se fabricaban con cuños cilíndricos que presionaban con gran fuerza una lámina de metal. De esta se cortaban después las piezas.

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Asimismo, existen otros métodos para la fabricación de la moneda, como la fundición de las piezas en moldes. En este caso, es una forma que se ha utilizado muy poco debido a su baja calidad y no permite prevenir la falsificación.

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Un mundo sin moneda (sala i)

Un mundo sin moneda (Sala I)

Se trata de la primera sala del Museo. En ella se ubican los objetos que en su momento sirvieron como dinero. Entonces, su valor era admitido por toda una comunidad y que se podían cambiar por otros bienes. Se suelen denominar premonedas y no tiene por qué tener relación temporal con la moneda metálica. En definitiva, son modelos alternativos  de patrones de intercambio que han tenido menos éxito y no han evolucionado, aunque algunos de ellos todavía se siguen usando.

grecia (sala i y ii)

Grecia (Sala I y II)

Los griegos inventaron el molino de agua, la cartografía o las olimpiadas entre otras cosas, pero en la Antigua Grecia también se encuentra el origen de la moneda. El formato de las monedas tal y como los conocemos ahora, no tenía nada que ver con aspecto inicial de las mismas. En sus inicios se utilizaban metales en bruto y, tras un lento proceso, se comenzaron a usar pequeñas piezas marcadas e integradas dentro de una escala de valores.

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En la Sala I, se encuentra la reproducción de un taller de fabricación de moneda antiguo y se mencionan y explican algunos de los primeros sistemas de peso, como el basado en la dracma.

En la Sala II ubicamos un apartado audiovisual donde se proyectan xxxxxxxxx. Asimismo, hay un apartado donde ese expone lo mejor del arte monetario griego.

Roma (sala iii)

Roma (Sala III)

Pasamos a la tercera sala del Museo de la Casa de la Moneda y llegamos a la época de la República en Roma, donde se comenzaron a elaborar monedas de bronce. Las primeras fueron de gran tamaño, pero con el paso del tiempo se redujeron y conformaron con diferentes pesos y valores. Estas recibieron el nombre de ases.

La república romana emitió, también, algunas monedas de plata, primero a semejanza de las griegas. Posteriormente, nació la moneda de plata que caracterizó a Roma, el denario, que equivalía a diez ases y su símbolo X.

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Hispania (sala iv)

Hispania (Sala IV)

En esta sección encontramos las primeras acuñaciones en la península, junto a las llamadas hispano-cartaginesas. Estas se elaboraron en las diferentes ciudades, establecidas en las costas por fenicios y griegos a lo largo del primer milenio anterior a la era cristiana. Por otro lado, durante el siglo III a.C en la península Ibérica, varias comunidades indígenas, iberas y celtíberas comenzaron a acuñar monedas de bronce y de plata. Estas contenían leyendas escritas con sus propios alfabetos.

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Con el avance del proceso de la romanización de la península, las ciudades tomaban las costumbres y leyes romanas e iban incorporando el alfabeto latino a sus acuñaciones.

Edad media (sala v)

Edad Media (Sala V)

El imperio romano de occidente sufrió una transformación paulatina, debido a la influencia de los pueblos de origen germánico, hasta que fue sustituido como entidad política por un mosaico de reinos germánicos, en parte romanizados. Cabe destacar que el imperio bizantino continuó la tradición romana durante toda la Edad Media.

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A partir del siglo VII, y durante casi ochocientos años, la península ibérica estaba dividida en dos mundos, el cristiano y el islámico. En el caso del Islam, se había dotado recientemente de una moneda propia que recogía la herencia de la moneda de oro bizantina y la sasánida de plata. Llama la atención que dichas monedas no contenían imágenes.

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Los estados islámicos peninsulares acuñaron diferentes tipos de monedas. Una moneda de oro (dinar), de plata (dirham) y de cobre (felús). Además, en el siglo XI la zona musulmana, que durante el emirato y el califato había constituido un solo estado, se desmembró en varios de menor entidad, conocidos como taifas.

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Con ello, vino la entrada de los almorávides, que después serían sustituidos, en toda su zona de influencia, por los almohades.  En cuanto a los primeros, los almorávides, emitieron un prestigioso dinar de oro y una moneda de plata denominada quirate. Los almohades, por su parte, acuñaron dinares algo más pesados, que los cristianos conocían como doblas, y un dirham de plata de forma cuadrada.

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Los reinos cristianos (sala vi)

Los reinos cristianos (Sala VI)

En la sala número seis nos acercamos a la historia de las monedas cristianas. Estas vuelven a tener representaciones iconográficas y, a su vez, otorgaban bastante importancia a las leyendas o inscripciones. Con todo esto, regresó el retrato de los gobernantes a la moneda como símbolo del poder emisor.

 

Asimismo, se encuentran otro tipo de símbolos como cruces, monogramas o composiciones heráldicas. A finales del siglo XI todos los estados cristianos peninsulares emitían cada uno sus propias monedas.

Edad moderna (sala vii y viii)

Edad Moderna (Sala VII y VIII)

Con la llegada de los Reyes Católicos, introdujo a España en la Edad Moderna y con la dinastía de la Casa de Austria se inicia la acuñación del escudo de oro. No solo eso, sino que también se acuñaron grandes piezas de plata de ocho reales, seguidoras del patrón thaler centroeuropeo.

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Las piezas de ocho reales se acuñan en las cecas castellanas y americanas. Nacieron bajo la denominación de ducatones y piastras en los territorios italianos, y thalers en zonas alemanas, término que daría origen a la palabra dólar. En el caso de los reales a ocho también era conocido como el dólar español o Carolus, que llegó a España tras la reforma monetaria en 1497.

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Dos maquetas ocupan el centro de la sala, en una de ellas se ha esquematizado la acuñación a molino. En la otra vemos el emplazamiento del llamado Ingenio de la Moneda,  instalado en Segovia, en tiempos de Felipe II para la fabricación de moneda  mediante ese sistema importado desde el Tirol. Con esta técnica se acuñaron en el centén y los cincuentines que vemos en las vitrinas dedicadas a la fabricación en Segovia.

Las casas de Moneda de Indias (Sala viii y ix) 

Las Casas de Moneda de Indias (Sala VIII y IX)

A partir de 1535 se comenzaron a instalar en América casas de la moneda, en ciudades como México y Santo Domingo. Después llegaron las de Lima, Potosí y Santa Fe de Bogotá. El proceso de fabricación era el siguiente, la plata llegaba a España procedente de América. Se acuñaba en España, sobre todo en forma de reales de a ocho, moneda también conocida como peso y luego como duro.

Como en la actualidad, existían diferentes tipos de monedas. Entre ellas destacaba el escudo de la monarquía, el de Castilla y León y la composición simbólica integrada por las columnas de Hércules y el lema del emperador Carlos: PLVS VLTRA.

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De esta manera nació el famoso columnario, con la imagen de dos hemisferios, todo sobre unas ondas que representan el mar, y un nuevo lema circular: VTRAQUE VNUNM. En las colonias norteamericanas se les denominaba dólares. Los Estados Unidos independientes tomaron como modelo a los reales de a ocho mejicanos para la emisión de sus propios dólares, iniciada oficialmente en 1792.

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Con el aterrizaje de la dinastía borbónica en España, se establecieron nuevas casas de moneda. En este caso en las ciudades de Guatemala, Popayán y Santiago de Chile.

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El Papel Moneda (Sala ix)

El Papel Moneda (Sala IX)

En la sala 9 no solo ubicaremos parte de la colección de las Casas de la Moneda de Indias, sino que queda un pequeño espacio para contar los inicios del dinero en formato de papel. Durante el reinado de Carlos III se fundó el Banco de San Carlos, con el acometido de responder a una emisión de deuda pública conocida como vales reales. Estos eran considerados como un antecedente del billete del banco, ya que circuló como dinero.

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El mismo Banco emitió las primeras series de cédulas, ya que eran verdaderos billetes, canjeables por moneda y sin devengar intereses.

Siglo xix (Sala x)

Siglo XIX (Sala X)

Fue en 1714 cuando apareció, por primera vez, la palabra peseta. Tiene su origen en Barcelona, cuando el archiduque Carlos decidió darle el nombre popular de peseta, en esa zona, a la pieza de dos reales de plata, que ahora se aplicaba a un valor de cuatro reales de vellón. También aparece la palabra duro en una pieza acuñada en Gerona en 1808.

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Durante la época de Isabel II se produjeron varios intentos de reforma, que conducirían primero al efímero sistema del escudo y a la siguiente consecuencia. El 19 de octubre de 1868 nació la peseta como unidad monetaria por decreto del Gobierno Provisional tras el derrocamiento de Isabell II. Este mismo gobierno establece la centralización de toda la producción de la peseta, en la Ceca de Madrid, nombre originario de las casas de moneda. Esta fue el origen de lo que hoy en día es la FNMT-RCM.

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Durante el siglo XIX, la Casa de la Moneda de Madrid dio paso a la construcción de un nuevo edificio en el paseo de Recoletos, en la manzana que hoy ocupan los jardines del Descubrimiento. Este mismo edificio albergó la Fábrica de Timbre, y tras varios años de trabajo en conjunto, decidieron fusionarse en 1893. De esta forma surgió la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, ahora centenaria.

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Siglo xx (Sala xi)

Sigo XX (Sala XI)

Uno de los grandes avances fue que el siglo XX llegó la electricidad a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. De esta forma se culminó la adaptación de todos los procesos a la nueva fuente de energía. En esta sala encontraremos la historia de la moneda desde la II República hasta la llegada del Rey Juan Carlos I.

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La II República acuñó monedas de todas las denominaciones hasta 2 pesetas, marcando una ruptura tipológica. Introdujeron motivos de inspiración republicana acordes con la condición del nuevo gobierno. Casi todas llegaron de manera tardía, a pesar de que apremiaban la necesidad de su acuñación. Algunas llegaron en plena Guerra Civil y durante la contienda, en la zona republicana, se realizaban acuñaciones a escala regional o local. Incluso llegaron a circular pseudomonedas de cartón con aprobación oficial.

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La llegada del General Franco al poder, tras la victoria armada, hasta su muerte, supuso un giro en el sentido monetario. Como consecuencia, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre fue reorganizada para que procediera, no solo a la acuñación de moneda y a la impresión de sellos y papel de timbrado. La Fábrica también debía ocuparse de la imprenta de los billetes emitidos por el Banco de España.

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La efigie de Franco no apareció modelada en las modelas hasta 1947 y solo se modificaría en 1966. El retrato del General fue realizado por Mariano Benlliure, escultor valenciano que murió en el año de la emisión de dicha moneda, y adaptado por Manuel Marín. Asimismo, el retrato de madurez se debe a Juan de Ávalos. Antes de todo esto, se acuñaban curiosidades numismática, como las piezas de 5 y 10 céntimos que imitaban los denarios ibéricos del jinete lancero, las de 25 y 50 céntimos con simbología marinera, o la acuñación en 1966 de piezas de cien pesetas en plata.

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Tras la muerte del General Franco, la transición a la democracia y la instauración de la monarquía, con el Rey Juan Carlos I, de la familia borbónica, al frente. Durante los primeros años de su reinado fue uniforme, aunque con reversos variados. En 1980, aprovechando l Campeonato del Mundo de Fútbol celebrado en España en 1982, se emitió una serie con reversos conmemorativos.

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Las siguientes emisiones vieron el regreso de la M coronada, que había sido marca de la ceca de Madrid durante la dinastía borbónica hasta Isabel II. Posteriormente, en 1990 se establece un sistema monetario basado en el orden creciente de los valores por criterios de tamaño, peso y composición metálica. En 1993, nuestra Fábrica introdujo como novedad en la moneda mundial la llamada imagen latente, con un efecto sobre el metal parecido al de un holograma.  

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Cabe destacar que desde 1989, se han estado emitiendo series conmemorativas, independientemente de las series destinadas a la circulación, tanto en pesetas como en euros.

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Además, en la sala sobre las vitrinas donde se exhiben las últimas pesetas, se ubican ejemplares de las medallas deportivas realizadas por la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre con ocasión de los Juegos Olímpicos celebrados en Barcelona en 1992.

La medalla (Sala xii, xiii y xiv)

La medalla (Sala XII, XIII y XIV)

En estas tres salas se exponen las medallas y se hace un recurrido a lo largo de su historia y fabricación. Son obras de arte, muy parecidas a las monedas en su forma, por lo general son redondas y tienen una composición metálica. Estas se fabricaban por acuñación o fundición. En su concepción, se asemejan a las mismas tendencias que las otras artes plásticas de su época.

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En la sala 12 se ubica el modelo para los leones de la escultura de la Cibeles, junto a otros modelos de la época. Por último, la sala 14 está dedicada a la medalla española de la segunda mitad del siglo XX. En esta ubicación se exponen medallas y modelos de los sucesivos ganadores del Premio Tomás Francisco Prieto, convocado por la FNMT.

 

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La FNMT, Imprenta del Estado
(Sala xv, xvi y xvii)

La FNMT, Imprenta del Estado (Sala XV, XVI y XVII)

Se trata de las últimas tres zonas del museo, donde se deja atrás el mundo exclusivo a los metales, y se adentra en el de papel y tinta. En ellas se recogen piezas que en su día fueron objetos de producción en el campo de las Artes Gráficas.

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Los audiovisuales que se encuentran a lo largo de la sala muestran la historia del papel, su fabricación y sobre los principales métodos de impresión. En la zona expositiva, se da a conocer una pequeña parte de nuestra colección de grabados. En definitiva, el Museo posee un magnífico conjunto de grabados de los siglos XVI y XVIII, continuada en el XVIII y hasta nuestros días.

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En la siguiente sala, la decimosexta, está dedicada al papel sellado y la lotería y algunos otros juegos. El uso del papel sellado se introduce en el siglo XVII. El motivo de su creación fue principalmente económico, ya que sirvió para remediar el mal estado financiero de la corona española, en tiempos de Felipe IV. El segundo motivo fue el de que era un soporte documental y por tercer y última razón, para evitar las falsificaciones de los documentos jurídicos a partir de la cédula e 1636.

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En la última sala del museo está dedicada al sello postal. En el fondo de la sala se muestra un panel, con las partes y elementos de un sello de correos, los diferentes formatos que existen y los usos que han recibido los sellos postales. La primera parte de la sala recoge la historia del franqueo en España. El sistema tradicional de franqueo era un comprobante de pago previo, en forma de etiqueta de los envíos efectuados por correo. Se exponen desde las llamadas marcas postales utilizadas con anterioridad al sello y llegando hasta la actualidad. Asimismo, en el resto de los paneles repartidos por la decimoséptima sala, hay reproducciones ampliadas y varios elementos que intervienen en la producción del sello, como planchas y moletas.

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Finalmente, el último expositor condensa el proceso de elaboración de un pliego de sellos calcográficos, en sus fases de diseño, grabado de plancha, transferido a moleta, cilindro de impresión y pliego.

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